Históricamente, los logopedas, han denominado deglución atípica a la patología que consistía en una posición anterior de la lengua que causa una mala oclusión dental, alteración del habla y la respiración. Generalmente en niños, aunque también lo podemos encontrar, en menor medida, en adultos. Seguramente este término ha sido utilizado para definir esta alteración como consecuencia del término “atypical deglutition” utilizado en la terminología medica anglosajona (básicamente en EEUU).
En la actualidad, este término se ha ido sustituyendo en la literatura iberoamericana, y cada vez augmenta el uso del término deglución disfuncional en lugar de deglución atípica.
En el trabajo fin de grado denominado “¿Deglución atípica o adaptada? Valoración logopédica de un caso” de la autora Sara Tartilán Salvador, publicado en 2019, por la Universidad de Valladolid, ya se mencionaba que el concepto de atípica no estaba recogido en la Real Academia Española (RAE), pero que proponía la palabra atípico o atípica como término afín a este definiéndolo como una cualidad que, por sus caracteres, se aparta de los modelos representativos o de los tipos conocidos. Esto se refiere a que, atípico es algo que se aleja de lo establecido como común o normalizado. Por lo tanto, ningún momento de la definición, se refiere a modelos biológicos o médicos.
Si consultamos la definición de funcional en la misma fuente podemos encontrar el termino descrito como: Perteneciente o relativo a las funciones biológicas o psíquicas, y en medicina se refiere a un síntoma o un trastorno: Que comporta una alteración morbosa de los órganos no acompañada de lesiones visibles. Por lo tanto, entendemos que el término DISFUNCIONAL se refiere a una terminología médica para describir una alteración de las funciones biológicas normales.
Es por este motivo que creemos que cuando nos referimos a este tipo de trastornos deberíamos utilizar el término deglución disfuncional en lugar de deglución atípica tanto en la jerga diaria como en nuestros informes y diagnósticos.
Otros muchos profesionales como la Dra Eva Errando y Laura Cerrillo, ya utiliza el término deglución disfuncional en sus trabajos y blogs.
Por lo tanto, la deglución disfuncional sería el término más adecuado para referirnos a la posición inadecuada de la lengua que conlleva que al deglutir realizamos movimientos de proyección anterior contra las arcadas dentales. Esta ejerce unas presiones contra los dientes que alteran el equilibrio óseo causando maloclusiones dentales y alteraciones orofaciales. La lengua, los dientes y los labios también juegan un papel fundamental.
Las causas que provocan la deglución disfuncional pueden ser múltiples y variadas. Generalmente es la consecuencia de varios factores que inciden en el sistema estomatognático durante la infancia. Impide una maduración adecuada y el desarrollo óptimo de la musculatura para realizar los patrones de la deglución adulta o madura. Junto con el crecimiento diferenciado de la lengua y la cavidad oral que según Cattoni, justifica la alta prevalencia de alteraciones en la deglución en niños, la lengua alcanza su tamaño máximo a los ocho años de edad y la mandíbula tiene un crecimiento más lento, desarrollándose hasta la pubertad. (Susanibar, F; Marchesan, I; Parra, D; Dioses, A 2014).
Soy Montserrat Baulenas Ventura, Licenciada en Psicología y diplomada en logopedia.