La depresión en época navideña es una realidad clínica y algunos de sus síntomas
más palpables son el incremento en el consumo de alcohol, drogas y la creciente
tasa de suicidios que se extiende hasta el mes de marzo de cada año, explicó el
doctor en psicología, Arturo Ortiz, investigador del Instituto Nacional de
Psiquiatría “Ramón de la Fuente”.
En entrevista con Crónica, dice que una
de las razones por las que las personas pueden experimentar depresión o un
malestar en el estado de ánimo durante la Navidad es porque estas fechas no
siempre coinciden con los ciclos psicológicos de los individuos y muchas veces
los fuerzan a participar en dinámicas sociales en las que no desean estar. Eso
se agrava porque cerca del 80% de las familias viven emocionalmente rotas, dice
el doctor en psicología.
“En el estereotipo social de lo que es una
Navidad está el que la familia se junte. Pero lo que socialmente no se toma en
cuenta es que por lo menos el 80 % de las familias viven emocionalmente rotas,
emocionalmente conflictuadas, emocionalmente disfuncionales. Entonces, cuando
por decreto, por presión social o por lo que gustes, les pretendes obligar a que
se junten y además estén contentos y se den regalitos, pues ya la cosa no
funcionó”, explica.
Los estudios, han observado que la Navidad puede ser
un factor de riesgo para detonar la depresión, pero también revela un problema
más profundo, que es la incapacidad para que nos vaya bien
socialmente.
El doctor Arturo Ortiz indica que el forzar a las personas a
sentirse felices en Navidad puede tener un efecto negativo cuando los pacientes
contrastan estos discursos con las malas noticias en economía, política o
seguridad.
“Lo que tenemos es una época en la que la depresión se
incremente, por lo cual se explica mucho del alcohol y del uso de drogas en
estos días y también se explica en los meses de enero, febrero y marzo, el
número de suicidios tan importante”, añade.
EVITAR CONFLICTOS. Según el
doctor en psicología, Arturo Ortiz, los problemas familiares que se han
acumulado a lo largo de muchos años no se pueden arreglar en las pocas horas que
dura una cena navideña, es por eso que vale la pena dialogar días antes del
encuentro y establecer un marco mínimo de convivencia para evitar que los
festejos terminen con más conflictos de los que ya existían.
Todas las
familias tienen una figura de autoridad moral que las reúne; puede ser la
persona de mayor edad o algún otro miembro respetado por todas las partes. Esa
persona puede desempeñar una función muy importante para suavizar los conflictos
en días previos a las reuniones navideñas.
“Si somos una familia que nos
llevamos del chongo y sabemos que va a venir la Navidad y que, como parte de un
rito, la pasamos juntos, es recomendable que un mes o unos días antes alguien
haga un alto y dialoguen. Esto puede ser promovido por la figura de mayor
autoridad y que, antes del festejo, se sienten a hablar algunas de sus
diferencias, aunque sean pocas, en busca de alguna solución”, dice el doctor
Ortiz.
“Dialogar días antes permite llegar a una reunión mayor con un
clima emocional más tranquilo, más apaciguado, de manera que podamos convivir de
una manera más tranquila, sin sentir que estamos siendo forzados a una
convivencia desagradable, lo cual nos daña mucho”.
Adelantarse a la
interacción navideña, aligerar los malentendidos mediante el diálogo y
establecer un marco básico de convivencia es el equivalente a la salud
preventiva pero a nivel mental.
Publicat a: http://www.cronica.com.