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Investigació per pensar-hi...

Los investigadores del departamento de Psicología de la Universidad de British Columbia, en Canadá, y de la Escuela de Negocios de Harvard llevaron a cabo un experimento cuyo resultado se publicó en la revista Science. Preguntaron a 635 individuos por sus ingresos y su valoración del grado de felicidad. Después, calcularon cuánto gastaban al mes en pagar facturas y en regalos para sí mismos (“gasto personal”), o en regalos para otros y en donativos de caridad (“gasto prosocial”). Hicieron otro experimento con 46 participantes, a los que repartieron sobres con dinero para gastarlo ese mismo día. Asignaron al azar cuáles debían gastarlo en regalos para sí mismos y cuáles en regalos para otros o donativos, y midieron el grado de felicidad de cada uno antes y después del gasto. La conclusión taxativa fue que el gasto personal no está relacionado con la felicidad, pero el prosocial sí: si una persona gasta mucho en sí misma, no es más feliz que si gasta poco. Pero cuanto más dinero gasta la gente en otros, más feliz es.